Para lograr una estima alta y equilibrada, debemos replantearnos nuestra autopercepción. Cada uno de nosotros se percibe desde una mirada puntual, y cuando esa mirada está condicionada por experiencias pasadas tóxicas, traumas emocionales, creencias negativas y programas inconscientes limitantes, la autoestima cae al piso como un globo pinchado.
Desde la Biodescodificación, que no es más que una metodología humanista que te acompaña a reprogramar toda esa información inconsciente que te limita, sabemos que la autoestima se gestiona desde que nacemos hasta los 7 años de edad. Claro que luego de esa edad seguimos construyendo autoestima, pero todo lo que hemos vivido y experimentado hasta los siete años, es la programación principal que proyectaremos a lo largo de nuestra vida. Esta programación inconsciente se proyecta a través de las relaciones de pareja, vínculos familiares, amistades, trabajos, situación económica, etc. De esta forma, podemos comprender en qué nivel se encuentra mi autoestima, si las áreas de mi vida están equilibradas o no, serán señales para evaluar cómo me siento internamente.
Las personas sin autoestima nunca cumplen sus metas ni logran manifestar sus sueños. La autoestima es la base de toda persona exitosa. Sin amor propio no hay crecimiento.
El amor propio se construye, al igual que se construye la autoestima en nuestra infancia. Una vez que tomamos consciencia de lo que tenemos listo frente a nosotros para sanarlo, podemos trascender las experiencias dolorosas que nos condicionaron y poder crecer con fuerza y seguridad.
Por esto podemos decir que el nivel de satisfacción y plenitud que experimentamos en nuestra vida está determinado por cuánto valoramos nuestro ser, por cuánta autoestima tenemos y por cuánto somos capaces de confiar en nosotros mismos.
La metodología en Biodescodificación acompaña al ser humano a encontrar la raíz emocional que hay detrás de un conflicto o síntoma físico. Se trata de comprendernos, perdonarnos, sanarnos y construir una nueva programación mental que nos generará nuevas emociones y, por lo tanto, nuevos resultados. Cambiar la autopercepción es la clave para empezar a experimentar una vida pacífica y plena.
Lo único constante en la vida es el cambio. Por eso, para el ser humano la transformación es tan inevitable como necesaria. Tienes no solo el permiso, sino la responsabilidad de evolucionar.
Regálate cada día la posibilidad de cuestionar las definiciones con las que te identificas, las creencias que sostienes y atrévete a expresar quien realmente eres.